Estamos en invierno pero, haciendo abstracción de las primeras heladas nocturnas que empiezan a llegarnos, la sensación diurna, con sus elevadas temperaturas y su límpido cielo azul, es de un ambiente primaveral a tope del que también participa, como no, el ganado, vacuno y equino, de nuestro pueblo que ramonea tranquilamente por nuestras dehesas aprovechando los escasos pastos de la época.
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