Continuamos con
nuestra navegación nocturna, para amanecer al día siguiente en el pequeño y pintoresco pueblito
de Flaam desde donde se pueden realizar unas estupendas excursiones por los
alrededores tanto por carretera como por tren, cuya estación está junto al muelle
donde atracamos; junto a la estación hay un pequeño museo dedicado a dicho ferrocarril,
Nosotros optamos por
el autocar y atravesando preciosos paisajes entre ríos y caidas de agua desde
las cumbres
nos dirigimos hacia la preciosa cascada de Tvinde,
Desde alli hacía el afamado
hotel Stalheim, donde tras un pequeño refrigerio contemplamos unas panorámicas espectaculares
del valle de Naeroy con el río de igual nombre,
Abandonamos la vista
desde este emblemático mirador y nos dirigimos al fondo del valle, escoltados
por dos impresionantes saltos de agua, a la derecha Stalheim
Y a la izquierda
Sivle
Para volver nuevamente
al barco para reponer fuerzas y enfrentar el camino hasta la próxima singladura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario