Tras una larga noche
de navegación con un mar del Norte un tanto agitado, las primeras horas de la
mañana nos situaron en la entrada del fiordo de Geiranger con una pertinaz
llovizna acompañada de nubes bajas, que fueron remitiendo según nos
adentrábamos en el fiordo,
Según avanzábamos hacia nuestro punto de llegada nos encontramos, a babor, las famosas cascadas “7 Hermanas”, que por la fecha veraniega estaban reducidas en número,
Y a estribor la no menos conocida de “Friaren”,
Un espectáculo
impresionante que fuimos dejando atrás, hasta llegar al puerto del pueblo de
Geirenger, con el monte Dalsnibba al fondo,
Desde donde
comenzaríamos la próxima excursión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario